Punto de partida


Sobre mí


      Me llamo Marina Shekhovtsova. Desde el año 2013 ejerzo de profesora de ELE en Rusia y, evidentemente, todos mis estudiantes son rusos. Me gusta mucho viajar y por ahora ya he visitado unos 70 países del mundo incluso 16 países de habla hispana. 

     Empecé a estudiar español por casualidad, nunca había estado interesada en idiomas antes. En los años 90 en Rusia estaban muy de moda las series latinoamericanas y yo, aunque era pequeña, las vi con mucho interés. En 1999 me mudé a otra ciudad para estudiar en un internado y allí no tenía tele, por lo tanto no tuve oportunidad de terminar de ver una serie que me gustaba muchísimo. Luego busqué esta serie en Internet, pero sin éxito, solo la encontré en versión original, en español. Pasaron muchos años y algún día frío del invierno de 2012 hablé con mi amiga, que era aficionada a los idiomas, y me dijo:

—Voy a estudiar español.
—Pero ¿para qué quieres estudiarlo? — me sorprendió mucho.
—¿Sabes qué idioma es más popular en el mundo, después del inglés?
—Pues… no lo sé. ¿Puede ser alemán o francés?— estaba muy lejos del asunto.
—¡No! ¡Español!
—Pero ¿cómo que español?— me sorprendió aún más.
—Sí, imagínate que en español hablan casi en toda América Latina.
—Eso sí, tienes razón. De verdad nunca lo había pensado antes. 

     Y después de esta conversación me reflexioné un poco, me acordé de la serie y de los viajes que iba a hacer y aquel mismo día al llegar a casa encontré un manual en Internet y me puse a estudiar español. Me gustó tanto que desde aquel día no dejo de estudiarlo. Además, en aquel entonces tenía una depresión por una razón personal y eso era una buena forma de esconderme de la realidad. Poco a poco llegué a ser profesora de ELE y ahora es mi única ocupación y mi gran afición. 

    Estudié español cada día, primero sola, luego en una escuela de idiomas con una profesora rusa, luego por Skype con una profesora de Uzbekistán que vivía en España. Pero desde el primer día sabía que para aprenderlo bien necesitaba estar en un entorno donde nadie hablara ruso. Por eso, en 2014 fui a Chile para estudiar español en una escuela de idiomas. Pasé allí un mes y medio y avancé mucho. Después en 2015 fui a España. Allí hice dos cursos: uno para aprender español y otro para formarme como profesora de español. Pasé el examen DELE, nivel C1 y hice dos cursos en línea PDP ELE. Participé en varias videoconferencias y concursos. 

     Ahora trabajo en dos escuelas de idiomas y también doy clases por Skype y a domicilio. Tengo estudiantes de varias edades: el menor tiene 2 años y el mayor, unos 50 años. Para mí resulta más fácil dar clases a los adultos, además me gustaría aprender técnicas que pudiera usar en clase con adolescentes y niños ya que los métodos para adultos no funcionan bien para ellos. Aunque me gusta más el español peninsular, tengo mucho interés en las variedades de español. Me gustaría tener estudiantes de otros países, no solo de Rusia, por eso quería saber cuáles son las principales dificultades de los estudiantes de otros países. Esas son mis dudas principales por las que decidí cursar el máster, pero también me gustaría conocer la teoría relacionada con la didáctica de la lengua, para profundizar mis conocimientos. 

     El profesor desempeña una función muy importante, de él depende mucho la motivación del alumno. Un alumno puede perder interés por los estudios por culpa del profesor. Yo misma durante mucho tiempo pensaba que no era capaz de aprender un idioma extranjero hasta que un día descubrí otro método de la enseñanza en una escuela de idiomas donde hice un curso de inglés. No me gustan los métodos tradicionales que se usan en las escuelas y las universidades de Rusia, según mi experiencia, no funcionan bien. Por eso trato de llevar algo nuevo a la enseñanza de idiomas. En clase prefiero usar un método comunicativo porque creo que es mucho más eficaz. Creo que el profesor debe ser uno más del grupo, alguien que tiene más experiencia en la vida y quien ayuda a los demás a superar todas las dificultades con las que puedan enfrentarse.    

     Según mi experiencia, muchos estudiantes rusos tienen problemas con la barrera lingüística, les cuesta mucho hablar, pero en mis clases hablan todos los estudiantes. He conseguido eliminar esta barrera. Creo que eso es mi principal mérito como profesora. Pero tengo problemas con los niveles iniciales. Las primeras clases son las más difíciles para mí, porque a veces los estudiantes vienen sin mucha motivación, solo para probar y un gran porcentaje de ellos pronto deja de estudiar. No sé si es culpa mía, pero quería disminuir este porcentaje. 

     En el futuro me gustaría trabajar en la universidad y hacer estudios de doctorado. Además, con el título de máster podré trabajar en el extranjero. Me gustaría seguir dando clases de ELE, pero también desarrollarme a nivel teórico: diseñar materiales didácticos o escribir artículos científicos. Espero que el máster me pueda ofrecer estas oportunidades.


Una imagen y mil palabras. Mi visión de la enseñanza de lenguas extranjeras.
Definición gráfica.



     El cerebro es un músculo más y si queremos que funcione bien hasta la vejez, tenemos que seguir entrenándolo constantemente. El estudio de los idiomas es un buen método para desarrollar las capacidades mentales: la memoria, lógica, creatividad, etc. 

     El idioma no es solo un conjunto de las palabras y reglas gramaticales, es algo mucho más complejo. Cuando estudiamos un idioma creamos unos vínculos invisibles en nuestra mente, que nos ayudan a entender a los demás, porque algunas frases pueden tener sentido metafórico. Es algo que puede comprender solo un ser humano, que sabe “leer entre líneas”. Por supuesto, podemos enseñar a una máquina a aprender algunas frases metafóricas, pero serán solo unas frases concretas. Lo mismo ocurre cuando traducimos un texto. Por muy buen autotraductor que sea nunca podrá transmitir la información cien por cien correctamente, no es capaz de sentir profundamente el sentido de cada frase.       

     Estudiando lenguas desarrollamos nuestra mente, memoria y creatividad. Podemos comparar varias estructuras gramaticales, buscar análogos y palabras del mismo origen. Estudiar cada nueva lengua es más fácil que la anterior porque podemos ver que algunas palabras y estructuras gramaticales son similares en varias lenguas, es más fácil adivinar qué significa una palabra nueva porque ya sabemos otra del mismo origen. 

     Las lenguas extranjeras nos ayudan a evitar, o por lo menos aliviar, tales enfermedades como Alzheimer, que producen trastornos mentales. Así que podemos concluir que los estudios de lenguas no solo nos ofrecen muchas oportunidades en la vida, sino también son eficaces para nuestro cerebro. 

     Viendo las imágenes de mis compañeros he visto que para la mayoría de ellos los estudios de lenguas están relacionados más con el corazón, lo emocional es lo primero. Creo que mi licenciatura en matemáticas ha dejado sus huellas, por eso he elegido esta imagen con el cerebro entrenando, pero entiendo que las emociones también tienen mucha importancia cuando uno aprende una lengua.  

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